Corte Culebra
El Corte Culebra era la “maravilla única” del Canal. Aquí, hombres y máquinas trabajaban para conquistar el área de 8.75 millas que se extiende a través de la Cordillera Continental desde Gamboa en el Río Chagres al norte hasta Pedro Miguel en el sur. El punto más bajo en el paso entre el Cerro del Oro, al este, y el Cerro del Contratista, al oeste, se encontraba a 333.5 pies sobre el nivel del mar.
Se hicieron perforaciones que se llenaban con explosivos para volar la roca y la dura arcilla. Luego, las palas a vapor excavaban los desechos y los colocaban en los vagones del ferrocarril, en los que eran acarreados hacia los sitios de desecho. Además del ferrocarril, el equipo de excavación incluía palas a vapor, descargadores, esparcidoras y cambiadoras de vía. De todos estos equipos, los franceses sólo llegaron a utilizar las palas a vapor, pero con mucho menos ahínco. Los descargadores Lidgerwood, fabricados por la Lidgerwood Manufacturing Company de la ciudad de Nueva York, también fueron piezas de equipo indispensables. Vagones planos de madera con una capacidad promedio de 19 yardas cúbicas cargaban la mayor parte de los desechos, halados en largos trenes por poderosas locomotoras fabricadas en los Estados Unidos. Estaban construidos con un solo lado y tenían mandiles de acero para unir los espacios entre carros. La tierra era amontonada hacia un lado. En el sitio de desecho, la descargadora, un arado de tres toneladas, estaba sujeta al último vagón con un cable largo y un aparejo que parecía un enorme guinche montado en un vagón plano en la punta del tren. Tomando fuerza de la locomotora, el guinche halaba el arado rápidamente hacia adelante, descargando el tren de veinte vagones en una sola barrida de 10 minutos. Una de estas máquinas estableció una vez un récord al descargar 18 trenes en ocho horas — unas 3½ millas de vagones cargando unas 7,560 yardas cúbicas de material. Los ingenieros estimaron que 20 de estos descargadores operados por 120 obreros hicieron el trabajo de 5,666 hombres descargando a mano.
La esparcidora fue otra innovación estadounidense. Un carro operado con aire comprimido, tenía “alas” a cada lado, que podían subir o bajar. Al bajarlas, se inclinaban 11.5 pies hacia atrás desde los rieles. Al avanzar, la esparcidora extendía y nivelaba el material que dejaban los descargadores a lo largo de la vía. Al igual que el descargador, la esparcidora realizó el trabajo de unos 5,000 a 6,000 hombres trabajando manualmente.
Otra máquina, la cambiadora de rieles, fue inventada por el estadounidense William G. Bierd, gerente general de la Panama Railroad de septiembre de 1905 a octubre de 1907. La enorme máquina parecida a una grúa, era capaz de enganchar toda una sección de la vía – rieles y durmientes – y moverla en cualquier dirección hasta 9 pies de una sola vez. Como las vías en los sitios de desecho requerían ser cambiadas constantemente para mantener el ritmo con las cargas de desechos que llegaban, la cambiadora de rieles fue extremadamente útil. Mover una milla de vía en un día utilizando la cambiadora requería de menos de una docena de hombres. Sin ella, esta tarea hubiera requerido a no menos de 600 hombres.